Alarga tu vida cuidando tu cuerpo
En las
sociedades más evolucionadas, el esfuerzo físico ase ha visto superado por la
comodidad, la pasividad y la pereza.
Los logros
de la sociedad moderna en ámbitos como el transporte, la comodidad del hogar,
el tipo de alimentación, el acceso a los medios de comunicación y muchas otras
características inducen y favorecen la vida sedentaria.
Nos movemos
menos y comemos más de lo necesario.
Cada vez
utilizamos con más frecuencia medios mecánicos para desplazarnos, pasamos más
tiempo sentados frente al ordenador, la televisión o el móvil y nuestro,
trabajo y ocupaciones nos impiden dedicar tiempo al ejercicio físico o al
deporte.
El origen
del problema:
El
sedentarismo es una situación que en muchas ocasiones está condicionada por alteraciones, ya sean
físicas o psicológicas, que impiden a las personas moverse o tener una
actividad física normal. Otras veces, los imperativos de tipo laboral o las
condiciones ambientales o económicas son las causantes del problema. Pero, también
existe un grupo de personas sedentarias, el más numeroso, que tiene su origen
en factores personales como el carácter indolente, la abulia, la desgana, la
pereza o la falta de interés y de estímulo por realizar ejercicio físico o
practicar algún deporte.
Este
problema es más frecuente en las grandes ciudades, donde todo está pensado para
evitar esfuerzos físicos: transporte público y privado, ascensores, escaleras
mecánicas, cintas transportadoras… otros factores que también influyen son las comodidades
del hogar (televisión, ordenador, teléfono móvil) y el trabajo sedentario en
oficinas. Todos estos problemas suelen ser más frecuentes en ciudades y centros
urbanos que el ambiente rural.
Según la OMS , la inactividad física está
considerada como el cuarto factor de riesgo de mortalidad.
Trastornos
que ocasiona:
Favorece el
sobrepeso y la obesidad; duplica la posibilidad de padecer enfermedades; acorta
el tiempo de vida alrededor de un 10
a 20 por ciento; induce alteraciones y desequilibrios psicológicos,
disminuye al autoestima e influye en la aparición de la depresión; duplica la
posibilidad de padecer Diabetes tipo II; altera el ritmo del sueño e influye en
el metabolismo óseo, favoreciendo la aparición de osteoporosis.
Cómo
combatirla:
Para luchar
contra la vida sedentaria hay que estar convencido/a de los perjuicios que esa
situación nos genera y llegar al convencimiento de que un cambio en los hábitos
de vida puede mejorar, prolongar y aumentar su calidad. Es decir, es necesario
cambiar de mentalidad y de actitud.
Hay que
moverse, en nuestra vida cotidiana debemos subir escaleras, bajar del autobús
un par de paradas antes de nuestro destino, aparcar a cierta distancia del
punto de llegada, no permanecer demasiado tiempo sentados ante el televisor,
levantarse cada cierto tiempo y realizar alguna actividad…
En el
trabajo, si es sedentario, levantarse periódicamente y hacer algún ejercicio de
relajación o de estiramiento.
Apuntarse a
una actividad dirigida dos o tres veces a la semana, como clases de gimnasia, de
yoga, Pilates o aparatos.
Fraccionar
la actividad física, ya que es más efectivo quince minutos diarios que una hora
a la semana.
Podemos
transformar una actividad sedentaria en una actividad física, por ejemplo,
podemos ver la televisión al mismo que tiempo que hacemos bicicleta estática.
Acostumbrarnos
a realizar ejercicios, debe ser una rutina, un hábito saludable.
Doctor
Eduardo Junco Aguado
(15/10/2014).